jueves, 26 de junio de 2014

8 meses


Hoy se cumplen 8 meses que llegamos a Melbourne. La verdad parece que fue ayer que llegamos, aun perdidos, sin conocer nada y completamente mareados por causa del huso horario y del tremendo cambio que hicimos en nuestras vidas. Me acuerdo que llegamos a la casa de nuestro amigo Josh, donde nos hospedó por un par semanas antes de mudarnos a nuestra casa, y me faltaban 3 semanas para correr un Ironman. Como lo hice? Aún no lo se. Quien me conoce un poco sabe como soy de complicado con cambios y rutina. Ahora mirando para atrás pienso que lo mejor es no pensar… jajaja… Cuando uno quiere realmente no mide las consecuencias y los hechos como realmente son. Simplemente va y hace.

Luego de estos 8 meses pude acomodar, finalmente, mis entrenamientos, organizar mi rutina y empece a trabajar de entrenador de natación en una pileta donde va un grupo de triatlón y - para mi gran gusto -, comparto con Josh, quien ademas de ser un gran amigo y compañero de entrenamiento, es compañero de trabajo. En este momento creo que no podría pedir mas, pero por mi naturaleza pienso que siempre puedo hacer mas y mejor.

Melbourne es una ciudad hermosa, el clima es muy parecido al de Mar del Plata (estamos casi que en la misma latitud), y hay muchos extranjeros por acá. De cada 4 residentes, 1 nació fuera de Australia. El clima para entrenar no hace falta que lo diga, pero es muy favorable para el triatlón. Hay una pileta en cada esquina, y en la que entreno es donde van todos los equipos y la mayoría de los triatletas, así que llegas al lugar y siempre hay alguien nadando. Un complejo de 6 piletas, siendo 2 de 50 metros y una de 25 y las demás para otras actividades. Para pedalear, es salir de casa y luego de la hora ya te encontras con montañas, viñedos, subidas increíbles que parece que no vivis en la ciudad. Es impresionante. Y para correr, bueno, a cualquier hora que salgas hay gente corriendo, pedaleando o mismo que paseando con el perro, siempre una compania y ni hablar de la seguridad de que nada, o al menos, muy poco probable que te suceda algo.

Claro, aca los problemas son otros. Acostumbramos decir que son problemas “de primer mundo”. Para mi, determinados problemas realmente no son problemas. Pero para quien siempre vivió acá, que no respetes una senal de transito roja es un absurdo, o que tu perro haga “caca” en la calle y no lo limpies, es algo inaceptable. Pensa que uno si acostumbra al incorrecto y cuando se llega a un lugar donde lo lógico es respetado es la gloria, aunque apenas se esta cumpliendo con lo que debe ser cumplido…

Hoy las cosas buenas superan las malas porque considero que estoy naciendo de nuevo. Como mencione antes, quien me conoce un poco, sabe lo poco flexible que soy con las cosas. Pero hay que ser inteligente, la vida no es solo un triatlón y por mas que el triatlón sea mi vida y lo que me hizo llegar hasta acá, lo que esta por venir es mi verdadero Ironman. Y esta vez no se trata de ser el mas rápido pero si de ser el mas paciente, optimista, positivo, aprender a ajustarse a las diferentes situaciones. Seguramente el deporte me ayuda y me ayudo mucho en esto.

Quizas en algunos meses vuelva a hacer alguna carrera, ya vamos a ver. No quiero crear expectativas (hasta en mi mismo) ahora porque mi objetivo, en este momento, es reorganizar mi vida, quiero sentirme parte de esta sociedad, estrechar los lazos con mis amigos de acá, ser un mejor entrenador para mis atletas de la pileta y del Sturla Performance, un mejor compañero a mi mujer y ademas hacer cosas que antes no me permitía hacer. Nunca es tarde para aprender y re empezar.

NEVER GIVE UP!
Eddie Sturla