jueves, 28 de abril de 2011

La gota que desbordó el vaso



La verdad que soy un sobreviviente. El hecho que decidí quedarme a vivir y entrenar en Buenos Aires me hace luchar diariamente contra molinos de viento. Yo banco la decisión que tomé en su momento, pero cuando miro para atrás y veo lo que hice, la verdad que soy un héroe. No es soberbia, es la realidad, y algo que realmente me alienta todos los días: “Si yo pude, puedo más”.

Después de los últimos 2 meses viviendo en Australia, la verdad que volví cambiado, pero a algo - que lamentablemente – no se ajusta a la realidad de nuestro país. Volví de un lugar donde la gente trabaja todos los días, sin feriados, paga sus impuestos, respeta las reglas. No puedo pretender que acá sea igual. Yo sí quiero trabajar, progresar, ir para adelante y parece que cada paso que doy estoy luchando contra un sistema que jamás ganaré. Por favor, amigos, no me mal interpreten. De un todo siempre hay sus excepciones. No me quedé acá porque es todo malo, por supuesto que no, acá encontré muchas cosas que necesitaba para seguir adelante, entre ellos personas trabajadoras. Pero no hablo de eso. Hablo de la masa, del pensamiento de toda la sociedad y no de sus excepciones.

Ir en contra de todo es una realidad para cualquier deportista que viva en Argentina (sea en Buenos Aires o cualquier otra provincia). Las personas todavía no entendieron que esto es una profesión como otra cualquiera, que tenemos que trabajar, cumplir horarios, ganar un sueldo. Quizás mucho mas dificil que un trabajo común y corriente, pero yo no quiero sacar el mérito de nadie, porque seguro cada uno hace lo que puede y los sacrificios que corresponden para seguir adelante. Pero el triatlón es mi trabajo, es mi vida, es lo que me hizo conquistar cosas muy importantes a lo largo de los años. Y queres saber? Viviendo en Argentina. Es cuando digo que después de 2 meses viviendo en un sistema donde salís a la calle y la gente frena el auto para que pases con la bici; miro para tras y pienso en todo lo que logré, viviendo y entrenando acá, y pienso que hice un milagro – por razones obvias, creo que no hace falta aclarar.

El desahogo realmente culminó cuando ayer supe que mi nombre fue sacado de la lista que la FAT envió para el Cenard. Con el justificativo de que soy un atleta de “larga distancia” y no un “olímpico”. De que estamos hablando? En Argentina algun día hubo un “programa para los atletas olímpicos”?? ……. Bueno, la cuestíon es que para entrar en el Cenard necesito de un certificado medico, pagar un arancel a la FAT y enviar un “CD de antecedentes deportivos”. La verdad, que me parecería bárbaro si eso realmente fuera una regla que TODOS la cumplieran y que adentro del Cenard estuvieran TODOS LOS MEJORES deportistas de nuestro país, inclusive de distancia OLIMPICA. Pero no es así. Esa no es la realidad. Entonces pedirme un “CD de antecedentes deportivos” me parece una ofensa. Y peor todavía que nieguen mi ingreso al “CENTRO NACIONAL DE ALTO RENDIMIENTO” cuando el país tiene 2 gatos locos que hacen decentemente la distancia me parece una falta extremada de respeto, consideración y una ofensa por parte de quien nos representa! Cuando salgo TOP 10 del mundo en Hawaii y sale mi foto en la contra tapa del Ole o de La Nación, me llaman para felicitarme, para decir que “bueno que sos argentino”, “que groso”, “sos un orgullo nacional”. Pero cuando pido CONDICIONES para entrenar, desarollar mi trabajo, no las tengo. Que les parece? Estoy pidiendo algo que está mal? Estoy pidiendo algo que no merezco? Algo que no HICE para merecer?? En que mundo vivimos? En que país vivo? Si aca tuviéramos 100 atletas TOP mundial, yo entiendo, pero somos DOS - uno, dos - y no tenemos apoyo?? Que me decis??? Si las reglas fueran 100% aplicadas al 100% de las personas que están adentro del Cenard, con mucho placer prepararia todo el material que me piden. Más allá de que me parece ridículo un “CD de antecedentes deportivos”………… Pero bueno, no importa, voy a cumplir la regla como me piden y el viernes voy a enviar los “requisitos” a la FAT y después les cuento lo que pasó. Voy a seguir las reglas, como bien quieren, ahora quiero que sean aplicadas con la honestidad y la seriedad que corresponde; y que respeten la talla de atleta que soy, los logros que tengo y el hecho de que apenas pido condiciones decentes para entrenar como un atleta de nível internacional y el único que se quedó en el país y representa legítimamente la celeste y blanca.

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